Capítulo 239

Las puertas de la sala del trono se abrieron con un crujido, dejando que el aire frío y perfumado a pino se colara.

Kaelan entró primero, sólido y sin prisa. Ivan lo siguió, cada línea de su cuerpo rígida con molestia contenida, sus ojos recorriendo las tallas como si lo ofendieran personalmente.

...

Inicia sesión y continúa leyendo