Capítulo 266

El espejo se encendió con un siseo de magia fría.

Segundos después, la imagen se onduló.

Y allí estaba ella, Serafina. Vestida de seda negra, cabello plateado enrollado como una corona de luz de luna, y una expresión lo suficientemente afilada como para despellejar dioses. Sostenía un cáliz de sangr...

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