Capítulo 27

Arlena entró en la cámara apartada del templo, con el corazón pesado por la tarea que tenía delante. Las paredes de piedra, antiguas y grabadas con los susurros de mil oraciones, se alzaban a su alrededor, proyectando sombras titilantes a la luz de las velas. El aire llevaba el aroma de hierbas seca...

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