Capítulo 29

Minutos pasaron. Luego una hora.

Finalmente, el sonido de pasos apresurados fuera de su tienda. La solapa fue empujada, y Arlena fue conducida adentro, su rostro pálido y cauteloso.

Ronan se mantuvo rígido, sus ojos dorados brillando con furia apenas contenida, la carta arrugada en su mano — un in...

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