Capítulo 32

Ronan miró a Dimitri, su mente un torbellino de rabia, vergüenza e incredulidad. Apretó los dientes y se levantó de un salto, su voz afilada como una cuchilla.

—¿Yo? ¿Embarazado? ¡Eso es absurdo! —espetó, la desesperación alimentando sus palabras—. ¡Soy un alfa! ¡El heredero del rey Karl Steele! ¿E...

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