Capítulo 361

La primera luz del amanecer se coló por las altas ventanas, pintando los pasillos del castillo en un pálido tono plateado. Los sirvientes se movían en silencio, susurros desvaneciéndose cuando pasaba el príncipe—Alaric, envuelto en su capa y armado, listo para el camino. Su baúl ya había sido cargad...

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