Capítulo 368

Iván se sentó cerca de la gran chimenea de piedra, el resplandor naranja bañando su piel pálida. Un libro descansaba en sus manos, aunque no había pasado la página en un buen rato. Las tías de los Stormwolf revoloteaban a su alrededor como sombras protectoras—ofreciendo cojines, rellenando su taza, ...

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