Capítulo 40

Ronan se sentó en el borde del estrecho catre, sus dedos trazando distraídamente el borde deshilachado de la áspera manta de lana, su textura rugosa lo anclaba contra el caos que giraba en su mente. El silencio de la pequeña habitación era un raro respiro del clamor del campamento de guerra afuera, ...

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