Capítulo 49

La tensión en el comedor era palpable. La luz parpadeante de las velas proyectaba largas sombras sobre la gran mesa, donde las comidas a medio comer yacían olvidadas. En el momento en que Kael habló, su voz firme y llena de autoridad, Dimitri sintió que su estómago se retorcía.

—Vine con una sanado...

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