Capítulo 55

El aire nocturno era fresco, el aroma de las velas encendidas apenas perceptible en la habitación.

Ronan estaba acurrucado en su silla, libro en mano, fingiendo leer. No lo hacía, no realmente. Sus ojos seguían las palabras, pero su mente estaba en otro lugar. Sabía qué hora era.

Justo a tiempo, l...

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