Capítulo 60

La puerta se abrió con un chirrido y la mujer entró. Ronan apenas la miró, sus dedos aferrándose al reposabrazos de su silla tan fuerte que sus nudillos se pusieron blancos.

No estaba enojado con ella.

Estaba enojado con la situación.

Con lo que había sido reducido.

Dimitri estaba junto a la chi...

Inicia sesión y continúa leyendo