Capítulo 64

El aire estaba fresco en las puertas del castillo, el aroma de la niebla matutina se mezclaba con el leve rastro de madera quemada de las antorchas que bordeaban la entrada. Serafina se mantenía con porte regio, sus manos dobladas delante de ella mientras observaba a las dos figuras frente a ella.

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