Capítulo 74

Los establos olían a heno húmedo y cuero, el aire fresco de la noche llevando los sonidos distantes de los guardias de la finca moviéndose en sus puestos. Dimitri estaba junto a su semental negro, pasando una mano enguantada por la elegante melena del animal. Sus pensamientos eran agudos, enfocados ...

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