Capítulo 99

La suave luz de los faroles encantados bañaba las cámaras reales con un tono ámbar apagado, su luz parpadeando suavemente contra las paredes de obsidiana, donde las vetas de plata pulsaban tenuemente como el latido del propio palacio. El vapor aún flotaba en el aire, enroscándose en delicados remoli...

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