35: Gente... No, fantasmas

El resto del día espero que Caleb entre por la puerta. La anticipación me vuelve loca. Estoy tan sumida en mis pensamientos sobre lo que le voy a decir que no noto el frío que se mueve por el aire hasta que está encima de mí, congelándome hasta el punto de sentirme con congelación.

—Jezmin —digo en...

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