Lujuria

—Entonces suéltame y pongamos fin a esto.

Su abrazo se volvió más intenso. —No, no, no. Jade, por favor.

Las lágrimas salieron en torrente. Me mordí el labio para intentar controlar mi llanto.

—Por favor, no hagas esto. Quiero que funcionemos; quiero comprometerme contigo. Seré bueno. Haré cualqu...

Inicia sesión y continúa leyendo