Capítulo 38. No me lo esperaba

Marcelo estiró la mano, buscando el cuerpo cálido de Alessandra, pero el lugar donde debía estar estaba vacío. Él abrió los ojos y la buscó con la mirada, sin embargo, se encontraba solo en la habitación.

Se levantó y se dirigió al cuarto de baño, se duchó y estaba por afeitarse, cuando recordó la...

Inicia sesión y continúa leyendo