21. Hielo y orgasmo

Dev estaba frente a la pantalla, con la camisa tirada a un lado y el botón de sus jeans desabrochado. ¡Dios mío! Mi corazón se detuvo. Se veía endemoniadamente sexy, con el cabello despeinado de una manera que decía "me han montado cien veces pero aún tengo energía", y mi entrepierna palpitaba. Me s...

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