22. Con amor, tu esposo

Gemí y me di la vuelta en la cama, agarrando la bata más cercana que pude encontrar. Una bata rosa y delgada, casi transparente, pero al menos no estaría completamente desnuda.

“¿Sí?”, llamé. ¿Es que una chica no puede tener un orgasmo en paz?

“Soy Aarav”, su profunda voz se escuchó a través de la...

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