Capítulo treinta y cuatro

Capítulo Treinta y Cuatro

—¡Juliana, no sé cómo lograste levantar la pierna tan alto, pero fue fantástico!— grité mientras caminábamos de regreso a nuestro dormitorio.

—Yo me habría rendido en el primer conteo— dice Dillon.

Juliana se ríe de nuestra estupidez. ¡Su actuación fue increíble! N...

Inicia sesión y continúa leyendo