Capítulo 35: La razón

La mañana siguiente llegó, arrojando una luz tenue sobre el mundo. Angela se encontraba sola en la cocina, con la mirada fija en la taza de café frente a ella. Su mente, privada de sueño, latía con un dolor sordo, consumida por pensamientos del diario y el enigmático cuchillo. Pronto, la señora Vera...

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