Capítulo 42: No lo abras

Días pasaron, extendiéndose en un abismo de ansiedad, pero aún no había señales de Frederick. Las redes de televisión y las estaciones de radio permanecían en silencio, su nombre no se mencionaba en los tabloides.

Una tarde, Angela se encontraba absorta en las tareas de limpiar la habitación de Leo...

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