Corre a medianoche.

Si había algo que todos debían evitar, era a un lobo Alfa enfurecido, listo para atacar cuando menos se lo esperara.

Ese lobo en particular era Luciano Vincent, irrumpiendo en la mansión sin ser invitado.

Sus ojos se volvieron rojos, las fosas nasales se ensancharon, localizando el olor de un homb...

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