Capítulo 10 Sangre y promesas

El eco de mi nombre atravesando la mansión fue como una descarga eléctrica en mis venas. Marco estaba aquí. Vivo.

Me lancé contra la puerta, golpeándola con los puños.

—¡Marco! ¡Estoy aquí!

El ruido de disparos y gritos llenaba el aire. El caos se expandía como una ola imparable. El corazón me ma...

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