Capítulo 20 El regreso del fantasma

El aire se volvió espeso, imposible de respirar. La silueta de Matteo emergió de la penumbra como si el refugio hubiera sido construido para él. No era un fantasma ni un recuerdo; estaba vivo, de carne y hueso, con esa sonrisa torcida que mezclaba burla y crueldad.

—¿Me extrañaste, Isabella? —pre...

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