Capítulo 32 Entre la sangre y la lealtad

El refugio olía a alcohol y medicinas improvisadas. Marco dormía en la cama improvisada de la cabaña, su respiración pesada pero estable. Sus facciones relajadas parecían un espejismo, como si el dolor y la guerra se hubieran tomado un descanso para darle un respiro. Yo, sin embargo, no podía des...

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