Capítulo 35 La voz en la penumbra

El eco del disparo todavía vibraba en mis oídos. Todos quedamos paralizados, como si el bosque entero hubiera contenido la respiración. Bianca, por primera vez, perdió su sonrisa arrogante y giró la cabeza hacia la dirección de la voz.

—¿Quién osa interrumpir mi cacería? —su tono era veneno puro....

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