40- La trampa perfecta

—Muertos. —gruñó Ethan.

Todos sus hombres, malditos muertos, y ni siquiera lograron eliminar al hombre para el que los había enviado.

Ethan fulminó con la mirada al hombre que estaba frente a él, y la pequeña comadreja se retorció en un intento de no encontrarse con sus ojos. —No es mi culpa. —gim...

Inicia sesión y continúa leyendo