Capítulo 327: Fuimos engañados

Melinda lo ayudó a sentarse y sostuvo el vaso en sus labios. Lachlan, como un pez desesperado por agua, agarró su mano y bebió todo el trago.

Sorprendida por su intensa reacción, Melinda retiró rápidamente su mano.

—Sr. Hawthorne, ¿quiere más agua?

Lachlan abrió sus ojos nublados, mirándola con u...

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