Capítulo 361 Chistes crueles del destino sobre ella

Melinda levantó la vista ante el comentario de Elmwood y se dio cuenta de que tenía razón—el cielo estaba nublado, casi tan oscuro como su ánimo.

Si pudiera pedir un deseo, sería no volver a cruzarse con Stanley nunca más. Sin embargo, el destino parecía empeñado en jugarle crueles bromas.

Viendo ...

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