Capítulo 369 Solo el corazón puede sanar el corazón

Jane miraba a la familia de tres frente a ella, con lágrimas corriendo silenciosamente por su rostro.

Melinda rápidamente le entregó un pañuelo. —Lo siento, ¿te hemos asustado?

Jane negó con la cabeza, su voz quebrándose. —No, para nada. Estoy tan feliz por ustedes. El mayor deseo de tu madre era ...

Inicia sesión y continúa leyendo