Capítulo 408 No hay perdón para los malvados

Christine nunca perdonaría a alguien que había intentado quitarle la vida. El afecto que una vez sintió por Iris se había transformado en puro odio—nunca quería volver a ver a esa mujer despiadada.

—Iris, por favor, realmente me doy cuenta de mi error—sollozó desesperadamente Iris—. Solo estaba con...

Inicia sesión y continúa leyendo