Capítulo 53 Su esposa

Melinda sonrió agradecida, sus ojos se curvaron. Incluso con un toque de halago, era increíblemente hermosa.

Su voz era suave y encantadora.

Louis se perdió momentáneamente en sus pensamientos mientras la escuchaba.

—Aun así, sigo apreciando la ayuda del señor Obelon.

No solo había estado dispue...

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