139

Tenía razón. No había alivio. Vibraba y hormigueaba, nos acercábamos al orgasmo; luego se apagaba. Tan pronto como nos calmábamos un poco, volvía a empezar. En poco tiempo, las tres teníamos fluidos corriendo por nuestras piernas. No era semen, el equipo no lo permitía, solo lubricación de esclavas ...

Inicia sesión y continúa leyendo