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Lucía estaba de pie con las manos arriba. El arma del amo estaba en el suelo. Varios oficiales tenían sus armas apuntándole. La mitad giró sus armas hacia mí cuando entré por la puerta del garaje. Levanté las manos también para mostrarles que estaban vacías, excepto por mi teléfono. Lisa, Reneé y Ja...

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