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Todos fuimos a la piscina, incluida Cindy. Ambas esclavas recién perforadas eran conscientes de las insignias de plástico que colgaban entre sus piernas. Lisa y Rhonda ya se habían acostumbrado a las suyas y no se notaba ningún cambio en su andar, aunque debían sentirlas. Cindy y Sandy caminaban de ...

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