157

—Así fue como conseguimos al gato —dije. En ese momento, el gato estaba durmiendo al sol.

Hablaba con Sarah, sentada en una silla frente a mí mientras le practicaba sexo oral un esclavo verdaderamente magnífico. Ella gemía, y con razón. Estaba en su tercer orgasmo en los últimos diez minutos.

Tamb...

Inicia sesión y continúa leyendo