Un regalo

BLANCA

No me he movido ni un centímetro desde que Max me dejó en su suite. No me he tomado el tiempo de explorar los libros de pared a pared, ni de saquear su refrigerador como quería. Tampoco me he acomodado en una posición más cómoda. No puedo por alguna razón, estoy en pausa. Solo estoy senta...

Inicia sesión y continúa leyendo