Capítulo cuarenta y cinco

Mei:

“¡Oh, Diosa mía! ¿Quién es este pequeño tan lindo?” preguntó Ella suavemente, acercándose a Rocko que sostenía a Micah en su pecho.

“Ese es Micah, y este es Nikola.” Sonreí mientras levantaba a Nikola para hacerlo eructar, cubriendo rápidamente mi pecho expuesto.

“Aquí, puedo tomarlo mientra...

Inicia sesión y continúa leyendo