Capítulo 33 LA ILUSIÓN PERFECTA

Graciela tocó la puerta en repetidas ocasiones.

—¿Quién eres? —preguntó el hombre, mirándola con recelo.

—Soy Graciela. Hemos estado hablando por teléfono —respondió con firmeza.

—¡Ya veo! Así que tú eres de quien me habló Fabricio —dijo, observándola con detenimiento—. Entra, te estaba esperando...

Inicia sesión y continúa leyendo