Capítulo 42 CRUEL DESPERTAR

Helena pataleó, arañó, intentó liberar su garganta del agarre brutal de Rodrigo, pero era como luchar contra un muro de piedra. Sus dedos temblorosos se aferraron a las muñecas de él, pero Rodrigo apretó aún más.

—¡Deja de forcejear! —escupió, apretando más—. ¡No vas a irte a ninguna parte!

—¡¿Para ...

Inicia sesión y continúa leyendo