Capítulo 44 ADIÓS PARA SIEMPRE

Las semanas siguientes avanzaron lentas, como si el tiempo se negara a moverse para algunos y, en cambio, fluyera suave para otros. En la fundación, Helena encontraba un respiro que jamás había imaginado posible. Cada mañana despertaba con el sonido de los trillizos balbuceando, riendo o peleando po...

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