Capítulo treinta y cuatro

Sábado.

Me encantan los fines de semana porque tengo tiempo suficiente para descansar. Habría ido al club anoche, pero no tenía con quién ir. Mandy estaba ocupada y Constantine había viajado.

Estaba limpiando mi apartamento, ya era hora de hacerlo de todos modos. Sonó el timbre de la puerta. ¿Quié...

Inicia sesión y continúa leyendo