Capítulo treinta y cinco

—Te extrañé, Mandy.

—Yo también te extrañé, cariño. No hemos tenido suficiente tiempo para estar juntas desde que empezaste a trabajar.

—Sabes que preferiría pasar cada minuto del día contigo, pero el trabajo ha sido asfixiante.

—Sé que ese novio tuyo te ha mantenido más ocupada —me guiñó un ojo—...

Inicia sesión y continúa leyendo