Capítulo 75

Mi pulso se aceleró y mi corazón comenzó a latir como loco cuando su mirada se posó en la ventana donde yo estaba. Recuperándome del shock, me aparté de la ventana y cerré las cortinas apresuradamente con mis dedos temblorosos.

¡Dios mío! ¿Me habrá visto? La pregunta retumbaba en mi cabeza, dejándo...

Inicia sesión y continúa leyendo