24

El reloj en la pared marca otro minuto. Son las cuatro cuarenta y cinco ahora.

"No puedo soportar esto", murmuro para mí mismo y me levanto, colgando mi bolso sobre mi hombro, tocando la pantalla de mi escritorio y saliendo de la oficina.

Brett se sobresalta. Rara vez salgo antes de las cinco y medi...

Inicia sesión y continúa leyendo