Capítulo ocho

Lydia era deslumbrante. Simplemente era impresionante. Todo en ella era refrescante. A Drake le resultaba casi imposible apartar la mirada de ella y sentía la necesidad de darle todo lo que ella quisiera. Se había reído cuando vio lo asombrada que estaba con su casa. Para Drake, todo era insignifica...

Inicia sesión y continúa leyendo