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Donte permaneció en silencio. Me sentía tan incómoda e intimidada por su mirada dura. No quería quedarme aquí más tiempo del necesario, porque solo lo haría sentir peor de lo que ya se sentía y echaría más sal en la maldita herida. Necesitaba salir de aquí.

—Voy a la sala de computadoras a hacer la...

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