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Así que no estaba equivocada...

Me habían estado siguiendo todo este tiempo, y todo el tiempo pensé que estaba siendo paranoica. Me había convencido una y otra vez de que solo era mi mente jugándome una mala pasada, ¡pero no lo era!

¿Quién demonios era este hombre?

—¿Quién está ahí? —grité, horro...

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