70

Bostecé de nuevo mientras salía cojeando de mi dormitorio, obligándome a arrastrar los pies hasta la cocina.

Vertí un poco de cereal en un tazón, y justo cuando estaba a punto de alcanzar la leche en el refrigerador, sonó el timbre de la puerta. Me froté la barbilla pensativo, preguntándome quién p...

Inicia sesión y continúa leyendo